La
mirada de Danny se atravesó intranquila y nerviosa. Le sonreí con soberbia,
mientras el silencio de la espera parecía alargarse.
-Georgia
quiere un motivo de la ruptura –Dije secamente -. El por qué, y también el otro
por qué de no arreglarlo y volver juntos.
La
sonrisa de Danny voló de su rostro cuando terminé de hablar. Su entrecejo se
frunció, incrédulo de lo que creía mientras una sonrisa sarcástica se asomaba
por su labios, anonadada de lo que decía.
-¿Es
esto lo que me tenías que decir?
-Sí.
-Dios,
Kay –Carcajeó -. Creo que esa respuesta la saben todos. No hace falta que la
responda.
-Georgia
está mal… entiéndela. Quiere un por qué justificado, Danny. No seas tan frívolo
con ella cuando no ha hecho nada.
-¿Estás
incitándome a volver con ella? –Cuestionó con atención -. ¿Estás queriéndome
decir eso?
Fruncí
el ceño. Sabía que mi respuesta era un no, pero no quería desvelársela a él.
Caería de nuevo en su trampa, y en aquel momento, jugábamos a un quien puede
más.
-Porque
si no te importa, si no te resulta molesto que vaya y le pide matrimonio de
nuevo, lo hago. Te juro que lo hago –Dijo, dando un paso más lejos de mí. Noté
como mi corazón golpeó mi pecho, con miedo a que aquello se le escapara de las
manos.
-Danny,
eso es lo que te estoy preguntando.
-Ya
lo sé –Suspiró -. Tu misma sabes porque terminé lo mío con ella –Bufó -.
Regresas como si nada, y apareces. Si, me entró miedo, y actué pero luego volví
a caer en el miedo. Corté con ella por ti, pero ahí me he quedado. Y así estoy.
¿Y ahora me estás pidiendo que regrese con ella?
Sonreí
sin poder remediarlo. Su ceño se frunció furibundo, malinterpretando mi gesto
mientras veía su cara oscurecerse, sombría.
-¿Y esa amiga tuya? ¿Se supone que te quedas ahí,
y tomas otro camino? –Carcajeé irónica- . Eso no es lo mas conveniente, Dan.
-¿Y
que ocurre con Dylan? ¿Qué crees que siento cuando te veo con él? Soy celoso,
Kay. Vengativo, incluso. Pero no hay forma de ponerte ni lo más mínimo celosa
de lo que llego a estarlo cuando te veo siquiera mirándole.
-¿Y
por qué ahora? ¿Por qué no actuaste hace unos meses, o unas semanas? ¿Por qué
cuando decido ignorarte?
-Pues
porque soy imbécil, Kay. Estropeo lo mejor que tengo, y lo estoy haciendo
contigo –Se encogió de hombros y dejó caer sus brazos como plomo en sus caderas
-. Pero aquí te lo digo. Sabes el por qué, sabes a que estoy jugando. Ahora es
cosa tuya lo que hagas.
Sus
ojos esperaron mi respuesta. Intentaba ver el mínimo indicio de que fuese una
tomadura de pena, pero sus ojos desvelaban la verdad. Miré a mi alrededor,
notando como todo el salón se encogía, presionándome y alterándome.
-Te
la tengo que robar –Oí la voz de Micaela en mi oído. Su mano agarró la
mía, mientras Danny asentía con una
sonrisa y dedicándome la última mirada penetradora, dejé que Micaela me
arrastrara en silencio.
Estaba
de muy buen humor; algo le habría ocurrido. Sus pasos me condujeron hasta el
centro de la pista, y en compañía de la multitud, dejó que sus carcajadas se
ahogaran entre el bullicio y la música. Su mirada escudriñó nuestro rincón,
asegurando la privacidad, y cuando terminó, un grito perforó mi oído. Empezó a
dar saltos delante de mía, y sus brazos no tardaron en rodear mi cuello.
-¿Qué
ocurre, Mic? –Le pregunté agarrándola por los costados -. ¿Qué ha pasado?
-¡Me
vas a matar por no contártelo! –Gritó, intentando respirar profundamente -. ¡Yo
me mataría! Pero creía estar alucinando… ya sabes, soy muy voluble.
-¿Sobre
qué? –Me impaciente, sonriendo con antelación.
Una
pícara sonrisa se escapó por las comisuras de sus labios. Noté como sus ojos
brillaban emocionados, y sus mejillas se sonrojaron tenuemente.
-Creo
que tengo algo con James.
Una
sonrisa pareció contestar por mí. No pensé, no opiné ni siquiera intenté dar mi
visto sobre aquello. Ya lo sospechaba, por parte de los dos, y simplemente por
verla feliz, mis brazos la embriagaron con un abrazo.
-Me
alegro muchísimo, ¡enserio! –Carcajeé en su oído -. No te culpo; puede
ocurrirme lo mismo… -Zarandeé tenuemente la cabeza. Lo mío podía esperar -. ¿Y
cómo? ¿Ahora? ¿Qué te ha dicho?
Sin
insistir, comenzó a relatar ansiosa su anécdota. A cada palabra, la sonrisa
aumentaba. Podía notar como su felicidad no le cabía en el cuerpo, y miradas
evasivas se escapaban donde debía encontrarse él; junto a los demás.
Para
cuando terminó de contarme lo ocurrido, la emoción le entrecortaba la
respiración.
-Es…
inimaginable. En un principio creí que James era tuyo, pero… no lo sé.
-James
nunca ha sido mío –Carcajeé sorprendida -. Hemos sido buenos amigos, como tú y
yo, nada más. Y me alegro de corazón que hayáis terminado juntos. Era algo
inimaginable, pero perfecto.
-Muchísimas
gracias, Mic –Dijo con un sollozo ahogándola. Su brazos calentaron mi espalda
en otro abrazo, y noté como su respiración se calmaba en mí hombro -. ¿Y ahora
qué ha ocurrido con Danny? ¿Qué te ha dicho?
Sus
ojos cambiaron de tema, satisfecho y atentos para escuchar. Suspiré mohína,
dejando escapar mi estrés acumulado, y esta vez yo lanzando miradas evasivas a
la posición de los demás, le conté las antañas palabras esperando futuras
palabras.
__________________________________________________________________________
Aaaaaaaaaaaaah. siento mucho no haber actualizado, pero digamos que me he tomado un descanso demasiado liberado... pero pienso terminar pronto el fic. ¡Me está estresando! :) Aquí tenéis uno ya algo definitivo, y si puede ser, mañana o pasado actualizo otro.
Por cierto. Quería liberar tensiones aquí para decir que he quedado tercera en Valencia en un, digamos, "concurso" de varios colegios en redacciones sobre la vida vivida de ancianos de residencia. Algo como escuchar toda la vida y momentos de un anciano asilado en una residencia, y luego tener que hacer como un diario o gran anécdota de su vida.
¡Tercera en toda Valencia! ^^ Por fin algo de reconocimiento.
Graaaaaaaaaaaaaaaacias a todos los lectores.
0 comentarios:
Publicar un comentario