-Voy
yo –Dijo entre el silencio Giovanna, levantándose del sofá impasible y
dirigiéndose a la puerta.
Mi
mirada se mantuvo fija a la cabellera del batería. Fruncí el ceño levemente,
azorado, y levanté la mirada hasta Tom. Este me captó enseguida, pero a diferencia
de mí, su rostro parecía relajado. Me arqueó suavemente las cejas, y supe que
él ya debía de haberlo sabido por su cuenta.
Oí
las suaves voces de las chicas detrás mía, acercándose al salón donde aún
reinaba el silencio. Las piernas seguían ardiéndome y la cara parecía haberme
aumentado de temperatura, pero no entendía el por qué. Imágenes comenzaron a
meterse en mi pequeña burbuja de la cabeza, pero me obligué a cambiar de
pensar, diciendo con supuesta tranquilidad.
-Vaya…
quien lo hubiera dicho –Sonreí tenuemente y mis ojos se fijaron en Tom, a pesar
de hablarle a Harry -. ¿Y ahora que pasa… entre ambos?
-¿Ahora?
Nada. Ambos íbamos ebrios y no supimos lo que hicimos –Noté como mis músculos
se relajaban un poco más.
-Entonces…
¿no hay química, ni atracción ni nada? –Preguntó con una sonrisa pícara Dougie.
Harry tardó en contestar, con el ceño fruncido como si meditara las palabras o
tuviera duda -. Quiero decir, ¡algo debe de haber! ¿O al igual que te acostaste
con Kay pudiste hacerlo con mi hermana?
-Oh,
Doug, ¿¡pero que preguntas me haces!? No lo sé, no me he parado a pensarlo.
Ahora mismo todo es demasiado confuso –Su voz se había reducido a un suave
susurro que nos obligaba ha acercarnos más a él –e incómodo. ¡Kay es una buena
amiga mía, eso lo tengo claro!
Las
dudas y preguntas afloraron en mi mente, pero me mordí los labios para
contenerlas y no soltarlas toda de carretilla y que se notara mi gran
curiosidad. Justo en aquel momento, unos livianos saludos entraron a la sala y
mi cuerpo, por impulsó, se giró para observar a las personas que había entrado,
pero en especial a una en concreto.
POV
KAY
Dejé que, lleno de ilusión, Mike
apretara el timbre. Estrujados y sin espacio, nos mantuvimos subidos al felpudo
del escalón mientras nos resguardábamos del frío. En aquel momento, una
sonriente Giovanna nos abrió y con un gentil saludo nos dio paso.
Su
mirada se detuvo en mí, pero seguidamente miró a Mike. Con una exclamación,
hice los honores.
-Oh.
Giovanna, te presento a Mike, es un amigo nuestro que, bueno, quería…
-Quería
traérmelo para que le conocierais –Añadió Charlie quien se había mantenido
callado hasta el momento. Sonrió ampliamente a mi amigo, quien su tez se volvió
rojiza, contrastando con su cabello y pecas.
-Oh,
encantada. Soy Giovanna. –Se presentó con una gran sonrisa la anfitriona
mientras comenzaba a caminar por el vestíbulo, con nosotros pisando sus talones
-. Están todos en el salón, venid.
Justo
en aquel momento, una puerta del pasillo se abrió y salió Georgia. Desconcertada,
se detuvo al ver a los invitados pero pronto se unió a nosotros con una cálida
sonrisa que no faltó en su rostro.
Tal
como había dicho la castaña, ya todos estaban en el salón. Mis ojos se
dirigieron rápidamente a Harry, quien fue el último en girarse, y para mi
horror, me encontré con sus ojos. Al unísono, saludamos todo y aquella vez
Micaela se encargó de hacer las presentaciones de Mike.
Me
aferré a la manga de la rubia mientras nos dirigíamos en silencio a los sofás.
Mike se mostraba ruborizado, como si hubiera sido separado de su madre y lo
encerraran en un lugar reducido y encerrado. Se apegó a mi otro lado, y juntos
nos sentamos al medio del largo sofá.
-¿Quién
es Harry? –Oí como me susurraba el pelirrojo a mi oído. Rodé los ojos para
pedirle que se callara, pero indiferente, siguió: -¿Es el chico de ojos azules
que no para de mirarte?
Levanté
la mirada hacia él, buscando una escusa mientras fruncía el ceño. Señalando a
sus espaldas, mi amigo me señaló a un sitió en particular y seguí su mirada con
atención, intentando hacerlo de forma disimulada. Bien sabía que no. Mi corazón
se agitó por la emoción y nerviosismo, al pensar que tal vez Harry estuviera
tan incómodo que yo, pero mi corazón se convulsionó de sorpresa cuando noté
otros ojos azules claros observándome con detenimiento. Danny Jones.
-Oh,
mmm, no, ese es Danny –Dije desconcertada, obligándome a apartar los ojos de él
rápidamente -. Es el de su lado.
-El
de músculos, ¿no? –Volvió a mirar enfrente, con una sonrisa pícara en los
labios mientras rodaba los ojos. Carcajeé por lo bajo, pero pronto, un grito
suyo me hizo dar un respingo a su lado -. ¡AH! NO ME LO PUEDO CREER.
Volteé
rápidamente mi cabeza a tiempo de ver que era lo que había llamado tanto la
impresión a Mike. Todos se habían callado y miraba a Tom, quien de repente se
había levantado. Su hoyuelo se asomó en su rostro, ruborizado, y nos dirigió
una mirada rápida a todo el mundo.
-¿He
hecho algo?
-Thomas
Michael Fletcher –Dijo en voz alta Mike mientras se levantaba y corría hasta
donde estaba el guitarrista. Sofocó un gritito ahogado pero mantuvo distancia
-. ¡Estuviste en Busted una temporada! Pero luego te fuiste a McFly, sí. –Esta
vez, un suspiro se le escapó, lo que delató su homosexualidad -. Esto es
demasiada suerte ya.
No
pude evitar mofarme en compañía de Mic, a la que pronto se le unieron otras
voces. En aquel momento Mike estaba actuando como una quinceañera alocada que
ha tenido la oportunidad de conocer a sus ídolos, pero en aquella situación se
trataba de un chico veinteañero.
Pero
mi risa se fue aflojando tan pronto noté como un peso hundía el sitio
abandonado por mi amigo. Mi cabeza volteó, confusa, y para mayor azoramiento
mis ojos se encontraron con los Danny, quien aún mantenía una amplia y peculiar
sonrisa en la cara. Sus ojos me miraron firmemente, mientras poco a poco su
sonrisa se convertía en una suave curva en sus labios. Acercó sus labios y a mi
oído y susurró con apenas un hilo de voz.
-Sé
lo de Harry –Hice de nuevo distancias para observarle sorprendida, pero volvió
a acercar su rostro a mi parte lateral del cabello -. Prácticamente todos.
-Oh
no –Susurré mientras escondía mi rostro en mis manos. Me froté la cara
suavemente, y luego volví a mirarle. Danny arqueaba una ceja mientras me observaba
desde arriba -. ¿Os lo ha contado él?
-Le
hemos insistido nosotros. Pero ese no es el tema –Frunció el entrecejo pero una
sonrisa casi invisible se le dibujó en los labios -. ¿Te gusta?
-¿A
qué viene esto? –Carcajeé suavemente y miré a mi alrededor. Nadie parecía
fijarse en nosotros, ni siquiera el mismo batería que parecía completamente
centrado en el tema que conversaba con Dougie -. ¿No crees que esa respuesta
debería ser asunto mío, Daniel Jones?
-Danny
–Me pidió él mientras abría la boca, sorprendido -. Entonces ¿es un sí? ¿Te
gusta?
-Yo
no he dicho que me guste ni nada por el estilo.
-Bueno
–Frunció el ceño de nuevo, pero esta vez ninguna sonrisa apareció en su rostro.
Pareció meditar sus palabras, y un poco azorado susurró aún más bajo -. Me
atrevería a decir que Harry no te merece. Y no lo digo por mal suyo, sino que…
no pegáis como pareja. No sé si me entiendes.
-Claramente
no, no lo hago –Admití rotundamente mientras volvía a reír -. ¿De dónde sacas
esto, Danny? ¿Por qué lo dices?
Una
nueva sonrisa, pero sin ninguna carcajada como compañía se formo en su rostro.
Sus ojos se achinaron y miraron sus propias manos, como si pensara algo con
detenimiento, pero sin respuesta, se encogió de hombros y me miró de nuevo en
aquel momento. Sus ojos parecían mirarme con cariño, un cariño que no sabía de
donde debía de venir.
Pero
captando una nueva mirada, miré detrás suya. La figura de Harry que había
parecido antaño completamente centrada en Dougie, se había apoyado sobre sus
rodillas y me miraba detenidamente. Danny y todos los demás desaparecieron de
mi alrededor, mientras fruncía el ceño al mismo tiempo Harry arqueaba las cejas
y dirigía los ojos hacía un lado, señalando de nuevo el vestíbulo. Mi corazón
comenzó a latir con fuerza, llena de vergüenza, y justo en ese momento su
corpulenta figura se levantó del sofá y tal como sospechaba, se dirigió al
lugar señalado.
Miré
a Danny, quien también se había girado para ver a Harry. Le susurré la primera
escusa que pasó por mi cabeza a Mic, quien parecía centrada en lo que decía
Giovanna en aquel momento y simplemente me asintió. Me levanté del sitio, y
pasando el estrecho pasillo entre la mesa, el sofá y los pies que se
interponían, me dirigí a grandes zanjadas al lóbrego pasillo donde Harry me
esperaba ya, apoyado en el pomo de las escaleras.
Bueeenas. Soy consciente de que pueden mejorar y que les faltan chispa, yeah, pero entre tanto examen apenas me da tiempo ni a seguir leyendo otros fics que sigo. Estas navidades pienso ponerme las pilas y actualizar más seguidamente (les felicito ya por si se me olvida) y espero que esten ahí aún para esto.
PD: ONE DAAY. MAÑANA ES EL CUMPLEAÑOS DE NUESTRO CAPTAIN DOUGWASH. Ok, creo que algún discursillo ya lo dejaré para mañana, pero Dios, todos somos conscientes de que a Dougie no le pesan los años (yo le veo igual que cuando cumplió los 23) *-*
Oh yeah