POV
DANNY
Miré
una vez más las teclas del piano como si se encontrasen a metros de distancia, inalcanzables
de alguna forma para mí. A cambio, allí estaban, con la partitura delante y los
garabatos de que habíamos escrito Kay y yo. Pero una parte de mí parecía
negarse en los últimos días a cantar y tocar.
La
profundidad en mi pecho aún persistía. Desde aquel mismo día en la sala de
estar de Tom, podía notar que todo mi entorno me ahogaba. El más mínimo tema de
la discográfica que antaño había afrontado con parsimonia, en aquellos días
resultaban una cuerda apretando mi vientre en presión. Estaba ahogado,
insostenible conmigo mismo.
La
casa se mantenía vacía. Había evitado encontrarme con Georgia ante toda costa
mientras recogía sus cosas, y únicamente el salón de casa estaba bañado por
unos rayos vespertinos que ahogaban sombras mohínas en cada rincón. Un suave tic tac en alguna parte del mobiliario
hacía que el suspense del entorno me llegase a irritar.
El
timbre retumbó por toda la casa. Me mantuve callado varios segundos, agudizando
los oídos antes de arriesgarme a abrir la puerta. Suspiré. La voz chillona de
Dougie parecía hablar a gritos.
Me
levanté y fui hasta la puerta. Dos días atrás, cuando efectué la ruptura de
Georgia, Harry había intentado hablar conmigo. Indiferente le había ignorado, y
desde entonces sabía que Tom, él y Dougie me había permitido un tiempo de
demora y tranquilidad. Pero no dudaba de
que finalmente habían decidido visitarme.
De
modo que con cierta resignación, abrí la puerta.
-Chicos
–Saludé forzando una sonrisa. Los rostros serenos de los tres parecieron
asimilar cada detalle de mi cara.
-Danny,
aféitate –Pidió Dougie sonriendo tenuemente. Entró a la casa mientras me cubría
de un abrazo inesperado -. ¿Cómo te encuentras?
-Estoy
intentando tocar las canciones del nuevo álbum para tenerla más practicadas
antes de que saquemos el nuevo disco.
-No
te preocupes por ello –Dijo con sosiego Tom. Su hoyuelo me saludó con tanta
dulzura y cuidado, y de nuevo un abrazo más cálido me embriagó -. Ya tendremos
tiempo para ensayarlas.
-No puedo
tocarlas. Estoy bloqueado.
-E
idiota también –Contrarrestó Harry con una sonrisa. Una palmada en la espalda
hizo que se me escapara una carcajada retenida -. Sabes lo que te espera hoy,
¿no?
Rodé
los ojos. El iba a ser el menos cuidadoso respecto a lo ocurrido.
-¿No
puedo descansar ni en estos cuatro días antes del tour por Inglaterra? –Pedí siguiendo
a Harry hasta el salón. Allí, Tom había hecho desaparecer las sombras con la lámpara.
-Dos
días –Corrigió Tom, dejándose caer en el piano -. Estos días que te has
mantenido clausurado en casa, el tiempo ha transcurrido en el exterior –Me sonrió
con cuidado. Su ojos ladearon hasta las partitura, y tocó las primeras notas -.
¿Te la sabes?
-Más
que ninguna –Dije secamente. Zarandeé la cabeza suavemente y me dejé caer al
lado de Dougie, quien había encendido la televisión y puesto sus pies sobre las
mesas. El silencio pareció azotarme en la cara, y como si estuviese obligado a
tener el más mínimo detalle de cortesía, lo pregunté -. ¿Cómo está Georgia?
-¿De
verdad quieres saberlo? –Me contestó el bajista de soslayo. Negué con
sinceridad -. ¿Cómo estás tú?
-Confuso.
Harry
se cruzó de hombros delante de mí mientras dejaba escapar una suave carcajada
irónica. Sabía que respetaba mi acción y opinión, pero él quería llegar al
fondo del asunto aquel día, y a pesar de que me resignara, lo conseguiría.
Detrás,
Tom dejó de tocar para voltearse y observarnos.
-Tal
vez es porque no sepas realmente lo has hecho –Dijo Harry.
-Puede
ser. Pero creo que es lo correcto.
-¿Y
esto que te va a conllevar?
Bajé
la mirada, inconsciente de que contestar. No creía que fuese lo correcto, pero
tampoco lo incorrecto. Había actuado interiormente, dejándome llevar por mis
impulsos como no había querido hacer hasta ahora.
-¿Tú
te querías casar, Danny? –Preguntó suavemente Tom.
Levanté
la mirada hasta él. Él hubiese sabido contestar aquella pregunta incluso más
consciente que yo.
-Creo
que aún es pronto para hacerlo.
-¿Y
por qué le pediste matrimonio hace unos meses, entonces? –Exclamó Harry. Él no
me entendía, lo que irritaba la situación y lo exasperaba a él.
-Porqué
creí hacer lo correcto entonces.
-¿Y
ahora porque crees lo contrario?
Me
encogí de hombros, apretando los labios. Estaba demasiado confuso, y ellos no
me ayudaban.
-¿Quieres
que te conteste yo? –Susurró Tom con una sonrisa torcida de lado. Le miré
dubitativo, temiendo de sus palabras -.
¿Sabes que te hace dudar, no?
-¿Aún
está con eso? –Exclamó a mi lado Dougie, obligando a situarse a mi vista -.
Venga ya, Danny. Tus encaprichamientos por las mujeres no llegan más allá de
dos meses, si llega.
-¿Encaprichamiento?
–Pregunté, captando la palabra.
Doug
frunció el ceño. Me había tomado aquella palabra como una ofensa en cierta
parte, como si realmente no se tratase de aquello. Era cierto que antes de
Georgia había tenido ciertos encaprichamientos, pero nunca me había planteado
si aquella vez se trataba de lo mismo con la ex camarera. No me lo había
preguntado, porque ya sabía la respuesta: no.
-Danny…
Estás muy ambiguo en este tema –Murmuró Harry inclinándose sobre la silla que
se había sentado -. Deberías haberte aclarado antes.
-Pues
no me he aclarado, tío –Suspiré exasperado y dejando caer mi peso en el sofá -.
Sigo tan confuso como hace ya meses. Sigo alterándome cuando la veo, sigo
comiéndome la cabeza con ella, pero a cambio, lo hago también con Georgia. Tal
vez lo único que pasa es que me gusta Kay, al igual que Georgia.
-Perfecto
–Exclamó Dougie estupefacto -. Dan, eso es peor aún. No puedes ni quedarte con
las dos, ni con ninguna. Elige al menos. Aún no es tarde para arreglarlo con
Georgia.
-Pero
ten en cuenta, tío –Añadió Tom señalándome con determinación -, que si
eligieras a Geo, a Kay tendrías que quitarla de tu vida. Y lo mismo pasa al
revés; si eliges a Kay, Georgia se irá completamente de tu vida. Nada de
escoger ambos platos.
Enmudecí.
Sabía, en el fondo, que esto se trataba de aquello. Pero ambas opciones
resultaban dolorosas mirase por donde mirase. Bien era cierto que, a pesar de
mis roces con Kay, una parte de mí dudaba si ella sería lo suficiente estable
como Georgia. En caso de que no lo fuera, sólo dificultaba la elección.
-Tíos,
si me lo planteáis así, no puedo elegir.
-Pues
no elijas, Dan –Se encogió de hombros Harry, sereno -. Haz lo que te pida el
cuerpo. Si quieres ir con una, ve, y si
nos, con otra. Haz lo que creas mejor para ti. No hay vuelta.
Escondí
mi cara en mis manos como si pretendiera salir de toda aquella situación. Una
sopa de problemas enmarañada se había formado en cabeza, impidiéndome avanzar.
Quería desaparecer de todo aquello por días, despejarme y relajarme, pero éstos
me seguían como perros falderos.
-A
ver –Volvió a hablar Tom. Abrí mis dedos en rendijas para observarle a través
de ellos -. Para el tour de Inglaterra, quiero que Gio se venga conmigo. Si
queréis, para que no se sienta sola, podemos traer a las demás.
-¿Kay?
-Y
Georgia, si quieres.
-¿Estás
loco? –Exclamó Harry -. ¿Piensas que se querrá venir con todos nosotros,
después de la ruptura?
-No
soy tan estúpido, Harry –Dijo con sosiego Tom, carcajeando -. Para promocionar
ropa o cualquier rollo de esos. Seguro que si se le plantea la propuesta a su
jefe, no lo negará.
Resoplé,
demasiado agobiado. Aquello entremezclama todos mis problemas aumentándolos.
-¿Y
tener a las dos cada día? ¿Tener que verlas y someterme a ellos? Ignoradlo.
-¿Y cómo
lo vas a hacer si no? –Tom suspiró -. Así, tal vez averiguarás con quién te
encuentras más cómodo.
Negué
suavemente, pero sin convencerme a mi mismo. Ellos lo veían fácil. Yo lo veía
como un mar de la muerte, en que si me metía, iba a terminar ahogándome entre
las mareas. Estaba tirándome a una piscina llena de tiburones.
La
melodía de Take me there volvió a
inundar el salón. Miré a Tom, concentrado en el piano y tocando la primera
estrofa. Sus labios estaban callados, al igual que los míos, pero mi mente
recordó sin remedio.
“I don’t ever wanna
spend another day without you, without you. I don’t think that I’d be stading
here if I never found youm never found you”.
Suspiré
derrotado. La música paró, y una sonrisa torcida me miró desde el rostro de Tom.
Sabía manipularme.
-Está
bien –Suspiré sometiéndome -. Que se vengan.
_______________________________________________________________________
Hi hi hi! En fin, aquí tenéis otro capítulo.
He borrado el cuestionario que hbía dejado. No por nada, sino porque cada día me llevaba una decepción más. Las respuestas, en vez de subir, bajaban. De modo que, cambiando un poco, quiero saber que se acoplaría más a los gustos de los lectores; qué tipo de final querríais.
Enserio, os agradecería vuestra opinión. No digo que al final, la respuesta con más votos será la que escogeré, sino que quiero tener una idea clara para decidir yo. Así que por favor, arriba a la derecha, votad vuestra preferencia. Muuuuuuuuuuuuuuuuuuchas gracias!!
0 comentarios:
Publicar un comentario