miércoles, 3 de abril de 2013

Capítulo 61 - Fuera de invitaciones


                El coche de Dylan se detuvo finalmente en uno de los semáforos. La amplia calle estaba abarrotada de vehículos, con el motor rugiendo, preparados para que en cualquier momento el color verde les diera paso.
                Entre el silencio, Dylan aprovechó los segundos de tiempo libre para registrar el cajón que tenía delante de mí. Algunos CDs grabados y pirateados estaban esparcidos de por allí, algunos que otros documentos y papeles arrugados que dudaba que sirvieran para algo. Justo en aquel momento, extrajo de lo más profundo un sobre rosa.
                -¿Qué es? –Pregunté mientras comenzaba a abrirlo. Una sonrisa se escapaba en la comisura de los labios de Dylan.
                -Las invitaciones para la boda de Geo y Danny. Ella me pidió que las hiciera, pero las terminé la semana pasada y aún no se las he dado.
                -¿Se las vas a dar ahora?
                -Antes me ha llamado preguntando por ellas, y me ha dicho que está en la tienda probándose el vestido. Cómo nos viene casi de paso, se las doy ahora y ya está.
                En aquel momento, extrajo de él unas decenas de pequeñas cartas también rosadas. Un liviano enmarcado de flores amarillas y verdes se difuminaban a los bordes, mientras que en el medio se oscurecía con la sombra de una pareja de espaldas sentadas, vislumbrando una puesta de sol.
                -Idea de Georgia –Informó Dylan.
                Suspiré. Casi me había acostumbrado a la idea de una boda, y también parecía haber asimilado mejor la noticia. Me dediqué a suspirar, si nada que añadir sobre la tarjeta mientras los ojos de Dylan esperaban alguna adulación.
                -Es muy bonita.
                -¿Sólo? Cuando los invitados vean el diseño, incrementará las ganas de ir a la boda, ¿no? Quiero decir… es lo que necesitan para poder igualarse a la de Tom.
                -Su boda también será de lo más grande.
                -Seamos realistas; Danny no hará un discurso tan alucinante como el que hizo Tom, y el banquete será más simple. Tom… Tom es más creativo.
                Fruncí el ceño. Aquellas palabras parecía haberlas pronunciado con cierto despecho, el mismo que una vez le había dedicado Danny.
                -Siempre puede esforzarse y sorprender.
                -No creo.
                -¿Por qué? –En aquel momento, Dylan giró una calle para dar paso a tiendas y tiendas de moda. Debíamos de estar cerca -. Tal vez Danny se tenga algo preparado, aunque solo sea por no quedarse indiferente al lado de la boda de su amigo.
                -Danny no está ni la mitad de ilusionado que lo estaba Tom, Kay. Eso se ve.
                Ni pizca de sonrisa apareció en su rostro. Me rehuyó la mirada, como si aquel tema realmente le incordiase. Sabía de antaño que su relación con el pecoso no era ciertamente buena ni firme, pero en aquel momento parecía tenerle cierto incordio.
Me mordí la lengua, y sin querer seguir con el tema, ladeé la cabeza hacía el cristal.
No tardó en detener el coche un espacio libre de la acera. Apagó el motor, y echando un vistazo por el retrovisor en busca de algún policía, salió del coche. Una reluciente y carismática tienda de vestidos de boda parecía atraer a la clientela con los maniquís que vestían elegantes e increíbles vestidos. Suspiré de nuevo en silencio, imaginándome a Georgia luciendo uno de aquellos vestidos. Era maliciosamente guapa.
Justo en aquel momento, antes siquiera de que llegásemos a la puerta, un tintineo de metales nos llamó desde ella, y mientras la puerta se abría Harry salió de la tienda. Sereno y preocupado se encontró con nuestra mirada, y con paso ligero,  llegó hasta nuestra posición. Algo le ocurría.
-¿Harry? ¿Qué te ocurre? –Pregunté mientras me dejaba arrastrar más lejos de la puerta por su brazo.
-¿Qué hacéis aquí?
-He venido a traerle las invitaciones de la boda a Geo –Dijo Dylan mientras ladeaba la cabeza. Las voces de varias chicas gritando salían de la tienda -. ¿Qué les pasa?
-Ni se te ocurra darle las invitaciones. Ni que las vea –Avisó con alteración Harry. Se las arrebató de un estirón, y con ligereza las escondió en su chaqueta -. La boda se ha cancelado.
Justo en el momento, los ojos de Harry pronunciaron las palabras mirándome. No hacía falta palabras para decirme que de alguna forma u otra estaba vinculada, pero preferí no saberlo. Un miedo y escalofrío recorrió mi cuerpo y por primera vez temí a Georgia.
-¿Qué? –Exclamó Dylan -. ¿Por qué?
-Danny ha venido hace nada y le ha pedido tiempo a Georgia. Decía que no está preparado para casarse.
-¿Y esos gritos tan alterados y exasperados vienen por eso? La boda puede esperar unos meses más.
-Dylan –La mirada azulada de Harry brilló con firmeza hacía la verdosa de Dylan -. Danny ha puesto fin a su relación con Georgia.
Noté como la garganta se me encogía en un nudo, y casi se llevó consigo a mi corazón cuando de nuevo, el tintineo de metales de la puerta volvió a asomar. Una figura vestida de blanco pero con un aspecto horrible por las lágrimas y la cara roja salió con el llanto consigo a la calle, seguida de varias mujeres.
Georgia.
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Pero esto que eeees? De repente, de 15 votos me ha bajado a 9. ¿Really? o.o Entiendo que tarde en subir, pero no voy a dejar de escribir el fic... voy a terminarlo hasta el final, eso lo prometo. Pero necesito ver señales de vida de cualquier forma de mis lectores, o si nos, ¿para quién escribo?
Espero que os guste, y ante cualquier crítica o desagrado de como va el fic o de si es, repito, demasiado empalagoso todo ya, díganmelo por comentario. Gracias! :) 

1 comentarios:

Vjeraa dijo...

Me gusta tu fic , pero deberias sibir ,as seguido

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